Esta entrañable y, a ratos divertida, comedia francesa, de fondo muy humano, cumple sobradamente con su propósito. Los vinos y la gastronomía constituyen habituales y propicios pretextos cinematográficos en el país vecino. Aquí ese lugar lo ocupan las flores y ello conlleva la aportación de un cierto contenido didáctico al descubrirnos este universo peculiar recorrido por aspectos interesantes. En tan aromático marco la historia fluye con agilidad desde los primeros instantes, apostando por la sonrisa ...