Comedia sin grandes pretensiones que consigue aquello que se propone: hacer pasar un rato agradable y poner una sonrisa en el espectador. Apostando por un humor blanco y evitando los excesos y el dramatismo, ironiza sobre los sinsabores de una realidad reconocible en muchas personas cercanas a la tercera edad. Por ello el público adulto empatizará en mayor medida con los protagonistas. Isidro, a sus 60 años, se ha quedado en el paro y no encuentra ...