La directora y guionista Leyla Bouzid le saca mucho partido a una sencilla historia de amor. Lo logra confrontando distintas maneras de entender la misma religión. Opone la tradición más estricta y radical a un sentir actual, desprovisto de lastres caducos. Ese choque se traduce en elevadas dosis de tensión sexual que inevitablemente afectan a la parcela sentimental. Se maneja bien en el pulso psicológico que mantienen los dos protagonistas; lo suficiente para no perder ...