Dominick (Jean-Christophe Folly) tiene un don desde que era muy pequeño: es capaz de hacerse invisible siempre que él lo desee. Un día su propio poder se escapa de su control, con terribles consecuencias. Durante el proceso, Dominick conoce a otro chico que casualmente comparte su misma habilidad y al que parece aterrorizarle la idea de poder perderlo.  El observador del mundo Mucha poesía y poca fantasía nos ofrece esta película francesa que tiene como tema la ...