De marcadamente irregular y tramposa cabe tildar esta producción recorrida por el misterio y el terror psicológico. Tras un comienzo titubeante, logra entonarse y crear unos ambientes opresivos eficaces, sembrando una incertidumbre creciente. En esos pasajes se advierten incluso influencias del cine de Darío Argento y de la impronta de Chicho Ibáñez Serrador. Sin embargo, aun reconociendo sus virtudes técnicas, el relato descarrila estrepitosamente a medida que va destapando las cartas del desenlace. La pirueta ...