En una tontuna llevadera, de intenciones frustradas, se queda esta nueva adaptación de la obra de Noël Coward, que ya fue llevada a la gran pantalla de manera mucho más inspirada por David Lean en 1945. Este film es un constante querer y no poder: falla en su sentido del humor y el reparto responde de forma desigual; a la mayoría de los actores se les ve bastante desacertados. Ni siquiera la dirección artística depara lucimientos ...