Juan pone como aval su casa en un negocio y acaba perdiéndola. Su mujer, Ana, ajena a esa realidad, sigue viviendo en la opulencia y el derroche hasta que un traslado a la casa de los padres de Juan hace evidente la ruina. Allí tendrá que lidiar con un suegro gruñón y egoísta, una suegra adicta al gintónic de Agua del Carmen y un cuñado militar que finge enfermedades para estar siempre de baja. Sin ...