La ópera prima del director ilicitano Chema García Ibarra no dejará a nadie indiferente por la forma tan personal de plasmar una historia desconcertante. Partiendo de su modesta puesta en escena, nos deja interesantes y escalofriantes lecturas, sin renunciar a incorporar ligeros toques de humor absurdo. A fuego lento se cocina esta trama de tintes esotéricos, con hechuras de falso documental, que guarda lo mejor para el final, verdaderamente contundente. Buscando el mayor realismo posible ...