La directora argentina Clarisa Navas se esfuerza tanto en dotar de realismo este drama juvenil, con hechuras próximas a las de un falso documental, que esa preocupación por las formas parece desplazar el tratamiento del argumento principal. Se recrea en situaciones intrascendentes y carga las tintas en determinados aspectos accesorios con el fin de ensalzar su discurso, lo cual acaba menoscabando la pretendida verosimilitud de las imágenes. Pierde así la oportunidad de haber realizado un ...