El director gaditano Alexis Morante se pasa a la ficción con un relato benevolente, equilibrado y de aires nostálgicos que deja muy buenas sensaciones. Podría haberse quedado en una intrascendente comedia infantil, pero va mucho más allá por la manera en que las elevadas dosis de imaginación y humor se imbrican con temas adultos. Sirve también como reconocimiento y declaración de cariño a nuestros mayores. Recorrida por elementos costumbristas, cuenta con unos protagonistas que calan ...