Reúne suficientes alicientes y chispa para pasar 95 minutos entre risas y carcajadas, con una historia de pícaros que recupera el espíritu presente en comedias españolas inolvidables (Los tramposos, Los que tocan el piano, Atraco a las tres). Engancha también por su soltura y cercanía, a lo cual contribuye el elenco, que cuenta con actores de renombre y otros no profesionales, decisivos a la hora de proyectar esas sensaciones. El relato caricaturiza con acierto a unos perdedores ...