Se han de reconocer las buenas intenciones y los loables valores que escenifica esta producción modesta, hecha con mucho cariño. Dicho lo cual, también cabe señalar su punto débil: la historia no parece dirigida al público infantil ni tampoco cautivará especialmente a los adultos. Plantea algunos conflictos con trasfondo dramático que solo entenderán los mayores y a la vez, se pierde en anécdotas demasiado pueriles. La propuesta es tan sencilla como previsible y al humor ...