El buen trabajo realizado en la descripción de los personajes facilita que una fórmula cinematográfica de éxito vuelva a funcionar en esta amable comedia francesa. La aproximación de dos personas que pertenecen a mundos distintos, se traza con delicadeza y elegancia, sin descuidar los oportunos matices irónicos que acompañan su desarrollo. El guion, bien estructurado, diluye cualquier amago de atasco en un relato que transforma con tacto una fría relación profesional en sincera amistad. Guillaume Favre ...