Arantxa Echevarría firma esta comedia irregular. Funciona perfectamente durante su primera hora en tono humorístico, y decae sensiblemente al transitar hacia terrenos poco divertidos, donde desvía la atención a argumentos como la insatisfacción matrimonial y al empoderamiento femenino, tornándose súbitamente demasiado seria. El oficio y carisma del reparto contribuye a dinamizar una historia que, afortunadamente, recupera la chispa en los últimos minutos. Lucía y Ernesto le han dado la mejor educación a su hijo, de quien ...