Las personas no son objetos Una presentación de personajes interesante, unos lugares que funcionan perfectamente; sin embargo, la película por la mitad comienza a hundirse irremediablemente en situaciones que no consigues creerte. Algo que hace que el interés decaiga para convertirse en un producto facilón que podía haber sido y no fue. Mario es un tipo solitario que trabaja en un almacén de objetos perdidos, en el lugar se acumulan miles de trastos que él tiene catalogados ...