Cabría pensar que, tras el reciente estreno de Un año, una noche, esta película francesa, con la cual comparte varios aspectos, es innecesaria. Sin embargo, a diferencia del loable film de Isaki Lacuesta, partiendo de los mismos sucesos y centrándose en distintas víctimas, abre más el objetivo para aportar otras perspectivas igualmente traumáticas. Contribuye a completar el retrato de unas secuelas psicológicas ignoradas por aquellos que, afortunadamente, no se han visto en esa tesitura. Rinde también ...