El trabajo de William es muy simple: hacer que los cadáveres desaparezcan. Aunque las circunstancias le superan, la pequeña granja de su familia se ha convertido en un vertedero de cuerpos sin vida que arrojan las mafias locales. Su hija Gloria está acostumbrada a ver a hombres de aspecto extraño lanzando cadáveres en las cercanías de su casa, y está convencida de que los espíritus de los muertos les visitan de cuando en cuando. Pese ...