Cuesta tomarse en serio esta película, original en las formas y desconcertante en el fondo. La sofisticación de sus imágenes, fruto de un aceptable diseño de producción, básicamente sirve para tapar las carencias de una historia cursi y desangelada, ópera prima de la realizadora bilbaína Alice Waddington, a quien únicamente cabe reconocerle el riesgo asumido en su debut. En una distopía donde el mundo se divide en superiores e inferiores según su estatus social, la joven ...