Castro es un antiguo presentador estrella de la televisión, ahora en plena decadencia. Un día su chófer, Manu, le lleva a la inauguración de la nueva casa de su productora y vieja amiga, Nathalie, a las afueras de París. Hélène, hermana de Nathalie y exmujer de Castro, también está invitada. Cuando eran jóvenes compartían los mismos ideales pero, con el tiempo, Castro se ha convertido al pragmatismo (o más bien al cinismo) mientras que Hélène se ha mantenido fiel a sus principios. Nina, la hija de ambos, quien acaba de escribir un libro inspirado en la vida de sus padres, se suma a la fiesta. Mientras que Castro asiste, impotente, a la caída inexorable de sus índices de audiencia, Hélène intenta desesperadamente imponer la presencia de una refugiada afgana en su programa. Y mientras, la fiesta sigue por todo lo alto.

Del aluvión de producciones francesas que vienen poblando nuestra cartelera en los últimos meses, esta sí hace honor a la buena fama de que goza el cine del país vecino. No es que estemos ante un título inolvidable, pero funciona como una sátira certera de los egos de aquellos que se consideran instalados en la élite de la cultura y concretamente de los vinculados a los medios de comunicación. Para ello se vale de una singular celebración en una villa rural, lo que enlaza directamente este estreno con ‘C’est la vie’ (2017), con el que comparte actor protagonista, aunque es ligeramente más moderado e irónico que aquel.

Castro es un popular y veterano presentador televisivo que se cree por encima del bien y del mal y lleva fatal lo de envejecer. Con motivo de la fiesta de inauguración de una mansión adquirida por la productora de su exitoso programa se reencontrará con su exmujer, su hija, que está a punto de publicar un libro y con otros variopintos personajes, como su joven y atractiva pareja o un rapero venerado por los jóvenes. A lo largo del día se producirán desencuentros y circunstancias inesperadas que dinamitaran la reunión.
La propuesta acierta plenamente desde el planteamiento, eligiendo a los participantes idóneos en el evento: tanto a los invitados y a sus acompañantes, como a quienes simplemente irrumpen en el lugar durante el sarao. Partiendo de unos inspirados diálogos, cada uno realiza valiosas aportaciones para dibujar una caricatura social donde no faltan los llamativos contrastes entre los urbanitas parisinos y las gentes del campo, y la crítica a las redes sociales, en lo que son algunos de los aciertos de este retrato corrosivo de la burguesía acomodada.
El film es una sucesión de anécdotas e imprevistos en clave coral, incluyendo pequeñas sorpresas y el descubrimiento de secretos inconfesables de unos tipos aparentemente normales y afables por fuera y oscuros por dentro. Puntualmente se muestra irregular, sin embargo, nunca decae por completo, pese a pecar de exagerado en los compases finales.
Jean-Pierre Bacri cambia radicalmente de registro y se distancia sensiblemente del estricto organizador de bodas que interpretaba la última vez que le vimos en la gran pantalla. Aquí da la talla encarnando a un tipo cínico y de vuelta de todo que es víctima de su propio egocentrismo. Él mismo ejerce de coguionista junto a la directora Agnès Jaoui, quien igualmente rinde a la perfección delante de la cámara. Léa Drucker y Frédéric Pierrot sobresalen también en un nutrido y notable reparto.
Crítica de Eduardo Casanova para Cope Valencia

Place publique (2018)
Place publique poster Rating: 6.2/10 (157 votes)
Director: Agnès Jaoui
Writer: Jean-Pierre Bacri (screenplay), Agnès Jaoui (screenplay)
Stars: Agnès Jaoui, Jean-Pierre Bacri, Léa Drucker, Kévin Azaïs
Runtime: 98 min
Rated: N/A
Genre: Comedy, Drama
Released: 18 Apr 2018
Plot: A provocative but has-been TV host spends a bumpy reunion at a countryside party along with his ex-wife, his daughter, and his producer hiding his potential termination.
Calificación: