En 1984, Michael Larson, un vendedor de helados a tiempo parcial en Ohio, acudió a Press your luck, un concurso televisivo de moda y, contra todo pronóstico, ganó más de cien mil dólares. Una y otra vez, Larson paraba, a grito de “Stop!”, la ruleta de premios, cayendo en los más cuantiosos y evitando el Diablillo que le haría perder todo lo acumulado. Ante sorpresa de todos, el vendedor de helados se negaba a plantarse ¿Fraude o fortuna? Muchos creían ver una maniobra de marketing de la cadena. En la sala de emisión, los productores se devanaban los sesos pensando en cómo podía Larson predecir los movimientos de una ruleta aleatoria. En realidad, Michael Larson había grabado y visionado una y otra vez todos los programas del concurso, y había descubierto los movimientos y las pautas de los premios.
El comic Larson. El hombre más afortunado del mundo, de Modernito books, es la historia de este programa y de este hombre. Pero aquí no vemos la historia del triunfo de un hombre gris que con determinación y una astucia inopinada venció al sistema. Larson es una historia triste, de una obsesión, de un esfuerzo por derrotar a la estadística que le costó, en lo personal y en lo psicológico, mucho más que esos cien mil dólares que ganó. El comic, con una ternura desgarradora, habla de cómo la comprensión de los que le rodeaban pasó a ser hastío y distanciamiento, de cómo Michael Larson redirigió su obsesión a ganar en otros concursos que lo vetaron, y las graves consecuencias que le acarrearon algunos de esos intentos. Javi de Castro nos trae este comic en el que, con un estilo sencillo y delicioso, dosifica la historia de Larson intercalando momentos del concurso -con instantes casi de trama mistérica- con el proceso de análisis de pautas que le llevó a la victoria, y con la incredulidad de los espectadores y los miembros del programa que no daban crédito a lo que vivían.

La historia sigue más allá. Los quince minutos de fama de Larson acaban, pero él no da por concluida su búsqueda de ganar a la probabilidad. Seguramente no compartamos las decisiones que tomó Michael Larson, pero necesariamente simpatizaremos con él.
¿Queréis conocer a Michael? Este es el vídeo de su proeza. Tras verlo, es difícil no querer leer la historia que hay tras el hombre con más suerte del mundo.

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