La cordillera (2017 Santiago Mitre) Festival de cine de San sebastián 2017

Critica por Eduardo Casanova

Desde Argentina llega este denso thriller político que acaba agotando y dejando la sensación de que le sobran muchos de sus 114 minutos de metraje. El film se construye sobre dos tramas que transcurren en paralelo, una diplomática y otra de carácter personal, que provocan un interés desigual y cuya interacción acaba perjudicando al conjunto.
El presidente de Argentina se encuentra en Chile, en una cumbre de países sudamericanos, donde se debe determinar una política común sobre las explotaciones petrolíferas. El punto más controvertido pasa por decidir si se invita a formar parte de dicha alianza a Estados Unidos. Al mismo tiempo, la hija de este mandatario, que sufre un grave trastorno emocional, reclama su atención.
La intriga en torno al acuerdo internacional, que tiene más recorrido, se plantea y desarrolla sobre presupuestos argumentales muy manidos cinematográficamente en estos terrenos, aunque no por ello pierde interés, si bien se prestaba a una puesta en escena más enérgica y compleja, ya que en líneas generales se antoja simple y previsible.
Lo contrario cabe apuntar de la errática historia que atañe a la joven desequilibrada, que obliga a su padre a estar pendiente de ella. Para empezar, ya resulta chocante que se aloje junto a él, cuando este tiene que atender una reunión de jefes de Estado. Al margen de ello, los altibajos psicológicos que padece, sus arrebatos y la intervención de un siquiatra que recurre a la hipnosis, causan más bien perplejidad. Además, se queda a medio camino en su intención de destapar trapos sucios del pasado del protagonista, dejando bastante abierto el cierre de este capítulo.
Tan densa narración, que concluye con una palpable gelidez pese a su elocuencia, no obsta para reconocer las notables interpretaciones del elenco: Ricardo Darín se vale de su carisma para insuflar una cierta dignidad a esta producción, evitando un peor resultado. Dolores Fonzi, en un papel exigente, da la talla cuando escenifica las alteraciones de su personaje; mientras que Daniel Giménez Cacho y Christian Slater cumplen en sus intervenciones secundarias.
A priori, con este plantel, la participación de Warner Bros. Pictures y la dirección de Santiago Mitre, realizador de las aplaudidas ‘El estudiante’ y ‘Paulina’, era de esperar un contenido mucho más contundente, al menos en lo que se refiere a sus intenciones de denuncia, pero se queda en una evidente tibieza.
 https://www.youtube.com/watch?v=1QkBK7017KQ
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