Mavel no defrauda, y sin figurar este estreno entre los más esperados por los aficionados, sorprende con una producción que cuida todos sus aspectos, comenzando por el guion. Conjuga sin embrollarse antiguas leyendas, artes marciales y mundos de fantasía que convergen en un relato de tintes shakespearianos; todo ello adecuadamente armonizado. Y aunque las secuencias de acción no alcanzan el nivel deslumbrante de otros films orientales que han destacado en esa faceta (Tigre y dragón, Hero, La ...